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OCDE recomienda la revisión de políticas de inversión para Uruguay

Se incide en la modificación de tratados firmados a mediados de los años noventa a efectos de reducir la posibilidad o el riesgo de demandas de los inversionistas a los Estados.

Se incide en la modificación de tratados firmados a mediados de los años noventa a efectos de reducir la posibilidad o el riesgo de demandas de los inversionistas a los Estados.

Ana Novik, Jefa de la división de Inversiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), explicó que “La OCDE recomendó a Uruguay una revisión de sus políticas de incentivo a la inversión, que tomen en cuenta mayor “coherencia” y “claridad” en materia regulatoria y una mayor eficiencia en la provisión de servicios por parte de las empresas públicas, así como la necesidad de reducir la “significativa dependencia” de los incentivos meramente fiscales que tiene el país para atraer inversiones.

Asimismo, la citada autoridad destacó además las recomendaciones tendientes a modificar retroactivamente los tratados de inversiones de los años noventa, así como la identificación de tres sectores —telecomunicaciones, pesca y transporte— donde Uruguay muestra mayores restricciones a la inversión extranjera, en comparación con otros países. 

En la entrevista realizada a Ana Novik, llevada a cabo por El País, se le consultó: 

  • La Revisión de políticas de inversión de Uruguay planteada por OCDE sostiene que “el gobierno deberá equilibrar las opiniones de las empresas, la sociedad civil y otras partes interesadas (…) así como los objetivos de las reformas de liberalización favorables al mercado y la promoción de una conducta empresarial responsable”. ¿En qué consisten esos cambios?
    • Tiene que haber un balance entre la captación de inversiones por parte del país, pero al mismo tiempo procurar que esas inversiones tengan un impacto positivo en el desarrollo. Las empresas van a querer siempre que haya mayor liberalización, que se simplifiquen los trámites, que se facilite la inversión. Eso es importante, pero ya pasamos de la época neoliberal de los noventa en que “el mercado resuelve todo”. Ahora hay que hacer algo más, vincular esas inversiones con estrategias de desarrollo y otras políticas que generen impacto, caso las políticas anticorrupción. Lo mismo respecto a criterios de conducta empresarial responsable. La señal al inversor debe ser “Uruguay es un país abierto, que otorga facilidades al inversor, pero hay que respetar los temas de medio ambiente, así como los estándares laborales, preocuparse de los riesgos de las cadenas de suministro, etc.” El clima de inversión que recomienda OCDE beneficia a los empresarios que se quieran establecer en Uruguay, pero también toma en consideración cómo esas inversiones deberían influir a la sociedad civil y otras partes interesadas. Y en ello tiene un rol que cumplir el gobierno, pero también de las empresas.
  • ¿Uruguay es un país, por su escala y peso relativo, que está en condiciones de imponer normas y condiciones, o debe resignarse a las condiciones “de uso” a nivel global?
    • Imponer, difícil; pero sí sucede que países como Uruguay, que han hecho las cosas medianamente bien en términos de estabilidad y reformas institucionales, se han ganado el reconocimiento internacional y son respetados. No impone normas, pero tampoco se trata de resignarse a todo lo que viene a nivel global. Hay un mundo a mitad de camino, en el que Uruguay se ha ganado un lugar. Y para países como Uruguay, el hecho de participar en los foros internacionales es muy importante; ser parte de OMC, de la OCDE. Porque una vez que se participa en esos ámbitos deja de ser un país tan chico ya que, a través de alianzas con otros países, donde los intereses son comunes y se defienden en conjunto. No es un tema menor.
  • ¿Cómo funcionarán los esquemas de beneficios impositivos a la inversión extranjera en el contexto de una fuerte corriente hacia cambios en la tributación global? ¿Cómo proteger el actual esquema?
    • Todavía hay mucha incertidumbre. Se ha acordado una tributación mínima y en los próximos meses veremos cómo se va a implementar. El incentivo fuerte de esta medida es evitar que las empresas no paguen impuestos en ningún lado. Por tanto, no habrá incentivos para trasladarse hacia un destino que le garantiza no pagar impuestos, porque los debería pagar en origen, a la tasa mínima de 15%. La atracción de inversiones basada exclusivamente en impuestos se va a ver resentida. Hay que esperar para ver cómo se instrumenta y de qué forma se va a aplicar en relación con cada país y sus incentivos.

Para conocer los detalles de toda la entrevista, puede seguirla en El País.

Fuente: El País 10/08/21

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