En México, el Archivo Maestro o Master File se ha convertido en una pieza clave dentro del marco regulatorio de precios de transferencia. Esta obligación, prevista en el artículo 76-A de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), fue introducida en la Reforma Fiscal de 2016 como parte de la adopción de la Acción 13 del Plan BEPS de la OCDE. Su objetivo es proporcionar a la autoridad fiscal una visión global y estructurada del grupo multinacional al que pertenece el contribuyente, incluyendo su modelo de negocio, estructura corporativa, operaciones, intangibles y políticas financieras.
Lejos de ser un mero requisito administrativo, el Archivo Maestro en México representa una herramienta para la gestión estratégica del riesgo fiscal, al tiempo que fortalece la capacidad del SAT para identificar y prevenir prácticas de manipulación de utilidades o erosión de la base gravable.
Marco normativo y particularidades mexicanas
Si bien el contenido exigido para el Archivo Maestro en México sigue los estándares internacionales definidos por la OCDE, existen matices importantes que lo diferencian. Uno de ellos es el idioma: a diferencia de otras jurisdicciones que permiten su presentación en inglés, en México el documento debe entregarse en español, aunque ciertos anexos, como contratos o estudios comparativos, pueden conservarse en inglés.
Otra particularidad es el nivel de detalle que solicita el SAT. No basta con una descripción general de la estructura del grupo; se requiere un análisis funcional más exhaustivo, explicaciones detalladas sobre la generación de valor, documentación de la cadena de suministro, descripción precisa de los intangibles y evidencia clara de la política de precios de transferencia a nivel global. Esta exigencia adicional responde a una política de fiscalización más proactiva, donde la autoridad busca contar con herramientas para contrastar la información del Archivo Maestro con el Archivo Local y el Reporte País por País.
Además, el Archivo Maestro en México adquiere la naturaleza de declaración jurada, lo que implica que el contribuyente asume plena responsabilidad legal sobre la veracidad y exactitud de la información, incrementando así el peso de su correcta preparación.
Requisitos de presentación y umbrales
La obligación de presentar el Archivo Maestro recae sobre contribuyentes que cumplan con ciertos parámetros de ingresos y pertenencia a grupos multinacionales. El plazo para su presentación es el 31 de diciembre del año inmediato posterior al ejercicio fiscal reportado. Esta fecha, aunque amplia, exige una planeación anticipada, ya que la recopilación y traducción de información de carácter global puede tomar varios meses.
En cuanto a los umbrales, la LISR y sus disposiciones reglamentarias establecen criterios vinculados tanto al volumen de ingresos como a la obligación de presentar el Reporte País por País. De esta manera, la medida busca enfocarse en grupos de relevancia económica significativa, evitando sobrecargar a contribuyentes de menor escala.
El incumplimiento en la entrega del Archivo Maestro o la presentación de un documento incompleto puede derivar en sanciones económicas relevantes y, en casos graves, en ajustes fiscales que incrementen de manera sustancial la carga tributaria del contribuyente.
Relación con el Archivo Local y el CbCR
La normativa mexicana integra el Archivo Maestro dentro de un esquema tripartito de documentación junto al Archivo Local (Local File) y el Reporte País por País (CbCR).
Esta arquitectura permite que la autoridad fiscal cuente con una visión macro y micro del grupo: el Archivo Maestro describe la estructura global, el Archivo Local detalla las transacciones específicas de la entidad en México, y el CbCR ofrece una radiografía financiera consolidada por jurisdicción.
En este contexto, la coherencia entre estos documentos es fundamental. Inconsistencias en cifras, descripciones de funciones o tratamiento de intangibles pueden ser interpretadas por el SAT como indicios de planeaciones fiscales agresivas, dando lugar a auditorías más profundas o a ajustes que corrijan las desviaciones percibidas.
Riesgos y consecuencias del incumplimiento
El incumplimiento en la presentación del Archivo Maestro no solo implica multas, que pueden alcanzar montos significativos, sino también riesgos en materia probatoria. Ante la ausencia de este documento, el contribuyente pierde la presunción de que sus operaciones cumplen con el principio de plena competencia, y la carga de la prueba recae completamente en su defensa.
Adicionalmente, si la autoridad determina que la falta de presentación o la omisión de información constituye una práctica fiscal indebida, las sanciones pueden incluir recargos, actualización e incluso multas sobre ingresos omitidos de entre el 55 % y el 75 %. La correcta preparación del Archivo Maestro, por tanto, no es únicamente una obligación formal, sino un elemento central de la defensa fiscal preventiva.
Conclusión
El Archivo Maestro en México es mucho más que un requisito técnico: es una herramienta estratégica que, bien elaborada, refuerza la posición fiscal del contribuyente y facilita el diálogo con la autoridad.
Para aprovechar plenamente su potencial, las empresas deben:
- Planificar su preparación con suficiente antelación, coordinando equipos locales y globales.
- Asegurar la consistencia del contenido con el Archivo Local y el CbCR.
- Mantener documentación soporte actualizada y traducida conforme lo exige la normativa.
En un entorno de creciente cooperación internacional en materia fiscal, el Archivo Maestro se consolida como un pilar de transparencia y cumplimiento que ninguna empresa multinacional puede subestimar.
Fuentes: