Cómo se determina un margen de beneficio en operaciones intragrupo

29 de octubre de 2025

En la gestión de operaciones intragrupo realizadas por empresas multinacionales, la correcta determinación del margen de beneficio constituye un pilar esencial del régimen de precios de transferencia. El objetivo es garantizar que las transacciones entre entidades vinculadas se realicen a condiciones de plena competencia (arm’s-length principle), conforme a los estándares internacionales contenidos en las Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y adoptados por muchas jurisdicciones.

El presente artículo analiza los fundamentos para determinar un margen de beneficio adecuado en operaciones intragrupo, los pasos clave del análisis funcional y de comparabilidad, los indicadores de nivel de beneficio (Profit Level Indicators, PLI), y los retos prácticos que enfrentan los contribuyentes.

Fundamento normativo y metodológico

La OCDE define en sus «OECD Transfer Pricing Guidelines for Multinational Enterprises and Tax Administrations» que el método para fijar precios de transferencia debe reflejar lo que hubiese acordado una empresa independiente en condiciones comparables.

Dentro de los métodos reconocidos, los «métodos basados en los beneficios» (transactional profit methods) como el método de margen neto transaccional (TNMM, por sus siglas en inglés: Transactional Net Margin Method) o el método de división de beneficios (Profit Split Method) se utilizan cuando no es factible aplicar métodos tradicionales basado en las operaciones.

Por tanto, la determinación del margen de beneficio se apoya en tres fases esenciales:

  1. Análisis funcional: identificación de funciones, riesgos y activos de las partes intragrupo.
  2. Identificación de un indicador de nivel de beneficio apropiado (PLI).
  3. Comparabilidad y establecimiento de un rango de margen arm’s-length a partir de empresas independientes comparables.

Paso 1: Análisis funcional y selección de la parte evaluada («tested party»)

El análisis funcional consiste en examinar qué funciones realiza cada entidad vinculada (por ejemplo, fabricación, distribución, prestación de servicios), qué riesgos asume (por ejemplo, riesgo de mercado, riesgo de crédito, riesgo tecnológico) y qué activos utiliza o posee. Este análisis es clave para escoger el método más adecuado y definir el nivel de complejidad de la parte evaluada.

En muchos casos, se selecciona como parte evaluada (tested party) aquella entidad intragrupo de menor complejidad (por ejemplo, una distribuidora pura o entidad de servicios de rutina) que no posee intangibles materiales únicos ni asume riesgos significativos. Esto facilita la aplicación de métodos unilaterales.

Este enfoque es particularmente útil porque, al tratarse de una parte con menor complejidad, es más sencillo encontrar comparables independientes y aplicar un indicador de margen neto.

Paso 2: Selección del indicador de nivel de beneficio (PLI)

El PLI es la ratio que relaciona el beneficio (o margen) con una base relevante (ventas, costes, activos). La OCDE menciona que estos pueden incluir: la relación entre beneficio de explotación y ventas (operating income to sales), retorno sobre activos (return on assets), ratio de Berry (Berry ratios), entre otros.

La elección del PLI depende de la naturaleza del negocio de la parte evaluada:

  • Para una entidad que distribuye solo, puede utilizarse margen sobre ventas (net profit/ sales).
  • Para una entidad de fabricación con activos intensivos podría considerarse retorno sobre activos.
  • Para una entidad de servicios rutinarios quizá margen sobre costes.

Una vez seleccionado el PLI, se calcula el margen realizado por la parte evaluada en la transacción intragrupo.

Paso 3: Comparabilidad y establecimiento del rango de margen arm’s-length

Luego del análisis funcional y la selección del PLI, el contribuyente debe buscar comparables independientes (externos) o internos (cuando existan) que realicen actividades similares en condiciones comparables, para generar un rango de margen que una entidad independiente podría lograr.

Durante esta fase, es necesario realizar ajustes de comparabilidad para eliminar diferencias significativas entre la parte evaluada y los comparables (por ejemplo, ubicación geográfica, volumen de operaciones, diversificación de riesgos).

Finalmente, se verifica si el margen de la entidad intragrupo se encuentra dentro del rango establecido. Si lo hace, la aplicación se considera alineada con el principio de plena competencia. De lo contrario, deben analizarse ajustes, modificar precios intragrupo o documentar las diferencias justificadas.

Un ejemplo ilustrativo del método: En una entidad evaluada que presenta ventas por USD 1,000,000, costes de USD 700,000, gastos de operación USD 200,000 y utilidad operativa de USD 100,000, el margen operativo sobre ventas sería 10% (100k / 1,000k). Si los comparables independientes muestran un rango entre 8% y 11%, entonces el 10% se encuentra dentro del rango y se considera aceptable.

Retos y buenas prácticas para los contribuyentes

Retos frecuentes:

  • Escasez de comparables fiables, en especial para intangibles o actividades muy especializadas.
  • Ajustes de comparabilidad que pueden ser objeto de cuestionamiento por la autoridad tributaria.
  • Riesgo de desviación del margen sin documentación que justifique las diferencias operativas o de riesgo.
  • Necesidad de actualización periódica de la documentación para reflejar cambios en el entorno económico o en la estructura del grupo.

Buenas prácticas recomendadas:

  • Realizar un análisis funcional robusto que documente claramente funciones, activos y riesgos.
  • Elegir cuidadosamente el PLI que mejor refleje la realidad del negocio de la parte evaluada.
  • Mantener una base de datos de comparables y documentar los ajustes de comparabilidad de forma transparente.
  • Obtener el respaldo de auditoría interna o externa para reforzar la credibilidad del análisis.
  • Revisar periódicamente los márgenes y la política de precios intragrupo para asegurar que siguen siendo consistentes con la realidad del grupo y el mercado.

Conclusión

La determinación de un margen de beneficio en operaciones intragrupo es un proceso técnico que exige rigor: un análisis funcional detallado, la elección de un indicador de nivel de beneficio adecuado y una comprobación de comparabilidad fiable. El uso correcto de métodos como el TNMM permite al contribuyente demostrar que sus transacciones intragrupo se realizaron conforme al principio de plena competencia, mitigando riesgos de ajustes o sanciones tributarias.

Para las empresas multinacionales y grupos con operaciones intragrupo, adoptar una política de precios de transferencia documentada, actualizada y coherente no sólo es buena práctica, sino una necesidad para garantizar la alineación con los estándares internacionales de la OCDE.

 

Fuente: OCDE

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