A través del portal web “eldiario.es”, la economista Lídia Brun explicó los principios de la fiscalidad internacional, así como los mitos, hitos y retos de la fiscalización corporativa. La crítica viene como consecuencia de la ratificación del acuerdo de reforma a la fiscalidad internacional en el G-20. El tratado suscrito el 1 de julio por 130 países del marco inclusivo de la OCDE consiste en establecer un mínimo efectivo en el impuesto de sociedades multinacionales.
1. Necesidad de una tributación uniforme
El motivo de la búsqueda por implementar una reforma tributaria que abarque múltiples países, ha sido generada debido a las múltiples complicaciones que ha atraído a la fiscalización corporativa la existencia de paraísos fiscales, debido a que hasta antes del acuerdo suscrito, la fiscalización se regía bajo el principio de competencia nacional, por lo que cada Estado soberano podía imponer sus propias reglas, siendo algunos más benevolentes que otros.
Analizando el contexto histórico de la fiscalización corporativa, el motivo por el que la tributación era competencia de cada Estado radica en la simple visualización de las actividades económicas que se realizaban y la posición geográfica en donde se encontraban. Sin embargo, con el evolucionar de las actividades económicas a la par de las herramientas tecnológicas de transferencia de información, hoy por hoy es sumamente complicado establecer a ciencia cierta, dónde se encuentra un negocio en específico, si estos tienen un volumen masivo de usuarios a nivel mundial.
2. Mundo Globalizado
En la actualidad, como se sabe, el uso de redes sociales ha tenido un alto impacto en el comportamiento humano, el cual también se ha visto reflejado en el mundo empresarial. En un mundo donde los sistemas son digitales y todo puede ser subido a la nube, la idea de una soberanía fiscal absoluta es ineficiente para combatir las prácticas de evasión fiscal.
3. Pilares del acuerdo
Para poder alcanzar el objetivo de una tributación uniforme, libre de evasiones fiscales. El acuerdo suscrito por los países del marco legislativo de la OCDE, define dos pilares fundamentales para el desarrollo del proyecto. En primer lugar, se intenta redefinir el nexo fiscal, que actualmente se centra en la localidad del establecimiento del negocio, dentro del proyecto, los derechos tributarios serán atribuidos a las jurisdicciones de mercado, reconociendo de esa manera una nueva naturaleza de los procesos productivos digitales.
Fuente: El Diario 13/07/21