Precios de transferencia en Malí: el reto fiscal del sector del litio

17 de septiembre de 2025

El descubrimiento y puesta en marcha de minas de litio en Malí marca un punto de inflexión en la estructura productiva del país. Tradicionalmente dependiente del oro, el Estado maliense se enfrenta ahora al desafío de gestionar un recurso estratégico cuya demanda global crece exponencialmente debido a su rol en la transición energética y la producción de baterías.

La apertura de proyectos como Goulamina (2024) y Bougouni (2025) introduce no solo oportunidades de diversificación económica, sino también un conjunto de riesgos tributarios complejos, principalmente relacionados con la fijación de precios en operaciones intragrupo. El litio, a diferencia del oro, carece de un mercado internacional transparente con cotizaciones públicas de referencia, lo que abre la puerta a prácticas de manipulación de precios de transferencia.

Opacidad del mercado y riesgos de erosión fiscal

Uno de los principales problemas identificados es la dificultad de determinar el «precio justo» en transacciones vinculadas. En Goulamina, por ejemplo, la compañía Ganfeng Lithium, titular del 65 % del proyecto, fabrica y exporta concentrados de manera interna dentro de su grupo multinacional. En Bougouni, la producción está destinada en su totalidad a Hainan Mining, también vinculada al consorcio.

En este contexto, surge el riesgo de que los precios declarados para la venta intragrupo estén por debajo del valor de mercado, reduciendo artificialmente la base imponible sobre la que se calculan regalías e impuestos en Malí. La administración tributaria se ve obligada, por tanto, a intervenir de manera preventiva para evitar pérdidas fiscales en un sector con alto potencial recaudatorio.

Marco regulatorio vigente y mecanismos de control

El Código General de Impuestos de Malí establece que las operaciones entre empresas vinculadas deben realizarse bajo el principio de plena competencia. Además, se exige a las compañías con ingresos significativos presentar documentación que justifique el método de valoración utilizado en sus transacciones transfronterizas.

Una herramienta clave en este marco es la posibilidad de recurrir a acuerdos previos de precios de transferencia, que permiten a la administración y a las empresas pactar de antemano los parámetros aplicables. Este instrumento, si bien valioso en teoría, requiere de capacidades técnicas robustas por parte del fisco para evaluar metodologías, márgenes y comparables en un mercado poco transparente como el del litio.

Obstáculos prácticos: retrasos y medidas cautelares

Los retos no son únicamente normativos. En 2025, la mina de Bougouni inició producción, pero las exportaciones se han retrasado debido a que el Estado aún no aprueba el mecanismo de fijación de precios. El comprador, Hainan Mining, está listo para recibir el mineral, pero la autorización para exportar permanece en suspenso.

Este escenario refleja la tensión entre la necesidad de atraer inversión extranjera y la obligación de salvaguardar los intereses fiscales del país. El gobierno, consciente de los riesgos de subvaloración, ha optado por un enfoque prudente, aun a costa de retrasar los primeros ingresos de exportación.

Reforzamiento institucional y reformas mineras

La problemática del litio se inserta en un contexto más amplio de reformas fiscales y mineras. En 2023, Malí aprobó un nuevo Código Minero que incrementa la participación estatal en los proyectos, ajusta los beneficios fiscales y fortalece la potestad de control. Estas medidas buscan no solo aumentar la recaudación, sino también mitigar las prácticas de planificación fiscal agresiva observadas en sectores como minería y telecomunicaciones.

A ello se suman recientes auditorías de la administración tributaria, que han intensificado la fiscalización de operaciones intragrupo. El mensaje es claro: Malí no está dispuesto a repetir experiencias de erosión fiscal como las observadas en otros países africanos ricos en recursos naturales.

Recomendaciones internacionales y perspectivas futuras

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya había advertido desde 2018 que, en países en desarrollo con sectores extractivos, los precios de transferencia constituyen un riesgo considerable para la estabilidad de las finanzas públicas. El organismo recomendó simplificar las metodologías de valoración, reforzar la transparencia y limitar incentivos fiscales excesivos que favorecen la erosión de la base tributaria.

En el caso de Malí, estas recomendaciones adquieren una urgencia particular: el auge del litio ofrece una oportunidad histórica para consolidar ingresos fiscales, pero al mismo tiempo podría convertirse en un foco de controversias tributarias si no se diseñan mecanismos de control claros y eficientes.

Conclusión

El litio representa para Malí una promesa de diversificación económica y un refuerzo potencial de sus ingresos fiscales. No obstante, la complejidad de su mercado y la presencia de grandes multinacionales imponen un reto en materia de precios de transferencia.

El país deberá equilibrar la atracción de inversión extranjera con la protección de su base tributaria, fortaleciendo capacidades técnicas, aprovechando los acuerdos previos de precios y adoptando mejores prácticas internacionales. Solo mediante una estrategia fiscal rigurosa y sostenida, el «oro blanco» podrá convertirse en un motor de desarrollo sostenible y no en un nuevo ejemplo de pérdida de soberanía tributaria.

 

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