El Gobierno de Nueva Zelanda ha presentado el Proyecto de Ley de Impuestos a los Servicios Digitales que permitirá a un futuro gobierno imponer un Impuesto a los Servicios Digitales (DST) a partir del 1 de enero de 2025.
Antecedentes
El acuerdo fiscal global se acordó en su totalidad en 2021 y debía empezar el 2024. Sin embargo, la propuesta fue rechazada el mes pasado después de que los países con impuestos a los servicios digitales, con excepción de Canadá, acordaron posponer su aplicación durante al menos un año más.
¿En qué consiste?
El proyecto de ley del impuesto a los servicios digitales se presentó a la Cámara el jueves 31 de agosto.
Este lo pagarían las empresas multinacionales que ganan más de 750 millones de euros al año con servicios digitales globales y más de 3,5 millones de dólares neozelandeses al año con servicios digitales proporcionados a los usuarios de Nueva Zelanda.
Se espera recaudar 222 millones de dólares durante el período de cuatro años previsto. El impuesto se aplicaría al 3% sobre los ingresos brutos imponibles por servicios digitales de Nueva Zelanda, una tasa similar a las adoptadas por otras jurisdicciones como Francia y el Reino Unido.
Otros países
En abril de 2020, el Reino Unido lanzó su Impuesto a los Servicios Digitales, que somete a los motores de búsqueda, las plataformas de redes sociales y los mercados en línea que obtienen ingresos de los usuarios en el Reino Unido a un impuesto del 2% sobre esos ingresos.
El marco fiscal internacional debe seguir el ritmo de los cambios en las prácticas comerciales actuales y de la creciente digitalización del comercio.
Fuente: Transferpricingnews.com