El panorama tributario internacional está cambiando, y Brasil no es la excepción. Con la inminente implementación del impuesto mínimo global, las empresas multinacionales que operan en el país deberán reconsiderar sus políticas de precios de transferencia para garantizar el cumplimiento de las nuevas normativas.
¿Qué es el impuesto mínimo global?
El impuesto mínimo global es una iniciativa liderada por la OCDE que busca asegurar que las grandes empresas multinacionales paguen al menos un 15% de impuestos sobre sus ganancias, sin importar dónde se generen. Este cambio surge como parte de los esfuerzos globales para combatir la evasión fiscal y la erosión de la base imponible, asegurando que los beneficios no se transfieran a jurisdicciones con impuestos bajos. Brasil, como parte de este movimiento global, se está alineando con estas medidas, lo que afectará de manera directa las estrategias de precios de transferencia de las empresas que tienen operaciones en el país.
Efecto sobre los precios de transferencia
Con la llegada del impuesto mínimo global, las empresas multinacionales que operan en Brasil tendrán que evaluar cuidadosamente sus transacciones intercompany y sus políticas de precios de transferencia. Esto se debe a que las autoridades fiscales estarán más atentas a las discrepancias que puedan surgir en las operaciones entre partes relacionadas, y cualquier ajuste en las políticas fiscales globales podría afectar la rentabilidad y el cumplimiento normativo. La obligación de mantener la documentación adecuada de los precios de transferencia será aún más crítica, ya que las empresas deberán demostrar que sus transacciones se realizan bajo términos de mercado, cumpliendo tanto con las normativas locales como con las pautas internacionales.
Preparación para el cumplimiento
Ante este escenario, es fundamental que las empresas multinacionales revisen sus estructuras fiscales y políticas de precios de transferencia, anticipándose a los ajustes que las autoridades fiscales brasileñas puedan implementar. Las auditorías internas, análisis funcionales y la correcta determinación de los comparables serán clave para evitar riesgos fiscales y sanciones. Además, las empresas deben estar preparadas para justificar cualquier variación en sus estructuras de precios de transferencia en respuesta a las nuevas exigencias de transparencia fiscal y a la implementación del impuesto mínimo global.
¿Cómo deben prepararse las empresas en Brasil?
Las empresas deben revisar sus operaciones intercompany y asegurarse de que sus políticas de precios de transferencia cumplan con el principio de plena competencia. Además, es recomendable llevar a cabo auditorías fiscales y obtener asesoría especializada para mitigar cualquier riesgo derivado del nuevo impuesto global. La planificación fiscal efectiva será esencial para mantener la competitividad y evitar ajustes desfavorables.
Call to Action
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Fuente: https://legislacaoemercados.capitalaberto.com.br/vem-ai-o-imposto-minimo-global/